Guatemala: corazón
entregado
A Guatemala se refiere Alí en una canción tan larga como
compleja y hermosa, y que puede escucharse en voz de Montecano. Su título, que
se hará eco repetido, ya es significativo y evocador: Guatemala es el corazón (1984). Lo aclara en la primera estrofa: “Guatemala
es corazón que late de lado y lado / por un lado la canción y por el otro el
disparo / que certero va buscando que salga de nuevo el sol”. Ya me he referido
a esta tensión en los cantos de Alí entre rabia y ternura, o canción y disparo,
como dirá en esta ocasión.
Luego comienza Alí a hacer uso de la mitología quiché[i], expresada en el Popol Vuh: “La canción es Camucú / sobre el monte
Chi-Pixab / según cuenta el Popol-Vuh / Ixbalanqué y Hunahpú vencieron a
Xibalbá”.
Sobre el camucú explica el Popol Vuh: "Así, después,
ellos cantaron [sus canciones] de despedida. Los cuatro se fueron juntos y
comenzaron a cantar, sintiendo tristeza
en sus corazones; y sus corazones lloraban cuando cantaban el camucú, ellos
cantaban esa canción cuando se despedían de sus hijos”. Chi Pixab, en idioma
maya quiché significa “El lugar del Consejo”. Y aclara el Popol Vuh: “Llaman
hoy día a esta montaña Chi-Pixab, éste es el nombre de la montaña. Reuniéronse
allí y se ensalzaron a sí mismos: — ¡Yo soy, yo, el pueblo del Quiché! Allí
nombran sus tribus, ayunan, esconden sus dioses, contemplan el amanecer y
reciben instrucciones de sus dioses”. Así pues, en el camucú está el
sufrimiento del pueblo guatemalteco que llora a sus hijos muertos. La montaña
es el lugar del encuentro popular y la resistencia.
Los principales dioses mayas del clásico incluyen a la
diosa de la Luna y el Arco Iris, Hunahpu
e Xbalanque, los gemelos héroes. Jun Junajpu e Ixkik los engendran. Ellos derrotarán a los señores de
Xibalbá, sobreviviendo a la penumbra, los cuchillos, el frío, el jaguar, el
fuego y los murciélagos. En la victoria de los dioses gemelos se preanuncia la
victoria popular sobre el mal.
En la estrofa siguiente se refiere Alí al término kaibil:
“El más antiguo kaibil / traicionero y criminal / que en Guatemala existió / el
mismo que en Choatalún / Alta y Baja Verapaz / le quitó la vida al pueblo /
mordiéndole el corazón”.
Kaibil Balam fue un rey del imperio maya que resistió por
varios meses a los conquistadores españoles bajo el mando de Gonzalo de
Alvarado. Pero no es a este kaibil al
que se refiere Alí. Tal vez evoque versiones en que los sacerdotes mayas
arrancaban el corazón de sus enemigos en sacrificio a sus dioses. En todo caso,
la indicación más cercana es a otros kaibiles. El 5 de marzo de 1975 la escuela
de comandos militares de Guatemala cambió su nombre por el de Escuela “Kaibil”,
en memoria del rey maya. A estos
militares y a su crueldad se refiere fundamentalmente Alí, pues ellos fueron
los que se especializaron en la represión de los campesinos indígenas. Por eso
el canto se referirá al “disparo que certero va buscando al kaibilanimalón”.
Sigue Alí concretando sus imágenes míticas con los hechos
históricos que vive Guatemala. La realidad de Guatemala en ese momento era de
un genocidio en plena manifestación. Durante los gobiernos de 1978-1982 (Fernando Romeo Lucas García), 1982-1983 (Efraín Ríos Montt) y 1983-1986 (Óscar Humberto Mejía Víctores) se realizó
un genocidio con más de 250.000 víctimas mortales, de las cuales 45.000 continúan
desaparecidas. El genocidio maya ocasionó 667 masacres, 443 aldeas
desaparecieron completamente, y un millón quinientos mil ciudadanos fueran
desplazados forzosamente. Al menos 450.000 campesinos se vieron obligados a
refugiarse en México.
Mientras tanto, en los años setenta la organización
guerrillera había crecido enormemente integrándose el O.R.P.A (Organización del
Pueblo en Armas) y el E. G. P. (Ejército Guerrillero de los Pobres) por lo que
el gobierno empezó un programa contra ellos, aumentando en gran número al
ejército y poniendo bases militares en cada pueblo especialmente en el
altiplano del país, acusando a cada pueblo, a cada grupo organizado,
sindicatos, cooperativas, estudiantes, iglesia liberadora, trabajadores, etc...
de ser guerrilleros, lo que era igual a ser comunista. En su momento de auge,
en 1978-1980, el movimiento guerrillero contó con aproximadamente de seis a
ocho mil combatientes y alrededor de medio millón de simpatizantes activos en
todo el territorio nacional. En 1982 los grupos guerrilleros y el comunista
Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) se unieron para formar un comando único
bajo el nombre de Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Sin
embargo, ya para 1982 la guerrilla había sido fuertemente golpeada por la
represión militar y no fue capaz de proteger a sus simpatizantes en el
altiplano rural, quienes se convirtieron en el blanco principal de la
contrainsurgencia militar.
En este contento, comienza Alí citando a Chepito[ii], niño guerrillero: “Pero Chepito nació con la edad de combatir / y tal vez
nunca jugó / pero a su pueblo dejó más luz en su porvenir”.
El 13 de
julio de 1982, Chepito, niño guatemalteco de 13 años de la etnia ixil, cayó
combatiendo como militante del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), junto
a Fernando Hoyos, el comandante Carlos, miembro de
la Dirección Nacional de aquella organización. Los “Relatos de Chepito” fueron
publicados por el EGP en un folleto editado en marzo de 1983 y constituyen un
testimonio dramático de las condiciones de aprendizaje en la vida de la niñez
guatemalteca.
Al pueblo que resiste el genocidio sigue cantando Alí
Primera: “Porque Guatemala es hoy lucha de la humanidad / con su estrella
matutina va anunciando el nuevo sol / el que cantará victoria en quiché y en
español”.
El ave nacional, que remite también al dios mesoamericano
Quetzalcoalt, es símbolo de la lucha del pueblo: “el Quetzal es un guerrillero
/ con el pecho herido / pero sigue cantando / en la risa de los niños / en el
combate mismo”. Aunque Quetzal hoy designa a varias aves de la familia Trogonidae originalmente se usaba
solamente para el Quetzal Resplandeciente,
el de cola larga, símbolo de la República de Guatemala.
A este pueblo sigue cantando Alí, con la esperanza de la
lucha sostenida y victoriosa:
Los que
murieron de frío / los que sin alimento / defendieron la Patria / a corazón
abierto / y ya no habrá regreso / para el mal caminante / que en Guatemala el grito / es decir
¡adelante! / es decir ya nos vemos / porque la Patria o muerte / es decir
venceremos / porque la Patria o muerte / es decir viviremos / en los hijos que
nacen / y también en los nietos / Guatemala es combate / y ya no habrá regreso
/ es la victoria o muerte / es asaltar el cielo.
En varias y bellas imágenes (volcanes, hijos, alas, ríos,
tejido, flores, siembra, mazorcas...) le canta al futuro del pueblo indígena
victorioso y libre:
Los volcanes
sedientos / vendrán a la laguna / con huellas de cenizas / y a Guatemala / le
crecerán las alas / con canciones de vida / y volará cual pájaro… Y vendrán las
mujeres / con su huipil florido / y cargarán los hijos / hermosos y sin hambre
/ Y correrán los ríos / para lavar la sangre / que ha sido derramada / en años
de combate… Y cantamos por eso / porque
en Guatemala / se dará la bienvenida / al hombre nuevo / al nuevo rezo / a la
canción por todos / tejida con los sueños / que a través de la historia / sembraron
los caminos / hacia este nuevo tiempo… / Y la buena del alba / germinará las
milpas / y con mazorcas blancas / se adornará la risa / le brillarán los ojos /
con su mirada antigua / y de su boca enorme / mineral y salina / saldrá el
grito de todos / con voz definitiva / ¡Es libre Guatemala!.
En referencia al canto de adiós por los hijos, espera Alí
que pueda cantarse uno nuevo, más alegre: “La nueva camucú / con sones de
marimba”. Otra imagen se particulariza en los caudalosos ríos Usumacinta y Grijalva[iii]: “A los hombres del maíz que sangra / Usumacinta y Grijalva / siempre
darán de beber. /Será hermosa Guatemala / como antigua nación Maya / volverá a
florecer”.
Esta Guatemala hermosa y libre será una Guatemala de
resucitados, de vida nueva para el pueblo. Dice Alí: “Vendrá Fernando Hoyos /
con su oración alegre / y su cruz en el pecho / y se verá a Chepito / volar su
papagayo / anunciando la vida / sobre los cementerios”.
Fernando Hoyos[iv] fue sacerdote jesuita, educador, intelectual coherente y guerrillero
heroico; en 1980, ante las continuas atrocidades del ejército guatemalteco
secuestrando y matando a líderes populares y masacrando poblaciones enteras
como la de Panzós con más de 100 indígenas quichés asesinados y 300 heridos,
tras una reflexión profunda y agotadas todas las posibilidades de alcanzar la
justicia por las vías pacíficas en un país donde las elecciones fraudulentas
tenían la finalidad de mantener los privilegios de unos pocos y asegurar la
situación de marginalidad de las grandes mayorías, da el paso supremo de
acompañar al pueblo en las labores de autodefensa y luchar contra una de las
mayores dictaduras de América Latina. Formó parte desde septiembre de 1980 de
la Dirección Nacional del EGP con el sobrenombre de Comandante Carlos intentando
acabar con la impunidad y frenar las masacres del ejército de Guatemala que,
asesorado por la CIA, ejercía la estrategia de tierra arrasada para convertir a
Guatemala en un escenario apocalíptico. El 13 de julio de 1982 Fernando cayó en
una emboscada en las montañas guatemaltecas de Huehuetenango, junto con el
mencionado Chepito, a cuyos padres asesinó el ejército en una de las muchas
masacres contra la población civil. Fernando moría a los 39 años. No sabemos si
murió por los disparos o si herido cayó al río y se ahogó. Sabemos que su
cadáver apareció más abajo: el ejército informó de un posible guerrillero de
aspecto extranjero y que podía ser un sacerdote. Pero nunca entregaron el
cadáver ni la mochila que llevaba.
El 19-03-81 había escrito a sus compañeros jesuitas:
“Donde quiera que me llegue la última hora, estaré sirviendo al pueblo con los
mismos ideales y luchando siempre con la misma esperanza y seguridad del
triunfo y haciendo que el amor esté presente por encima de las demás cosas en todo
lo que haga”.
[i]www.mayasautenticos.com/maya_religion.htm
[ii]http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/21/doc/doc8.pdf,
www.cedema.org/ver.php?id=4356
[iii]El Usumacinta es un río que nace en las partes altas de la sierra de Chamá,
Departamento de El Quiché, en Guatemala, y desemboca en el Golfo de México. Es el río más caudaloso de Guatemala y México, con una descarga de
aproximadamente 1500 000 litros por segundo. En territorio mexicano, el
Usumacinta recorre 560 km hasta su unión con el río Grijalva y su posterior desembocadura en el Golfo
de México por la Barra de Frontera. Dentro de los Pantanos de Centla, el Usumacinta con un
desfogue de 55.832 millones de metros cúbicos por año, se une con el Grijalva cuyo caudal es de 27.013 millones de
metros cúbicos anuales, formando un importante delta con una extensión de 3 500 km² en la reserva de la biosfera Pantanos de Centla. Ver www.cdtravel.net/turismo/avent/usuma.htm,
es.wikipedia.org/wiki/Río_Usumacinta
[iv]Nacido en marzo de 1943 en Vigo (España) y muerto en
combate el 13 de julio de 1982 en Chojzunil, aldea del municipio de Santa
Eulalia, departamento de Huehuetenango (Guatemala), junto al río Yula San Juan.
Acabó sus estudios de bachillerato en el colegio San José de Valladolid.
Ingresó -como ya lo habían hecho dos hermanos suyos- en la Compañía de Jesús.
Estudios en Salamanca, Munich. En 1967 es destinado a El Salvador. Dos años más
tarde regresa a España para continuar sus estudios (Lovaina, Madrid). En 1972,
retorno definitivo a Guatemala. Ordenado de sacerdote en diciembre del 73.
Junio de 1980, última visita a España, aprovechando una reunión de Apostolado
Social en Roma. Desde septiembre del 80 fue miembro de la Dirección Nacional
Del ejército Guerrillero de los Pobres (EGP).