Alí Primera

Alí Primera

lunes, 20 de abril de 2015

CONCIENCIA, CANTO, POESÍA Y LIBERACIÓN

Conciencia y canto


La conciencia en las canciones de Alí transita por diversas sendas que he intentado desbrozar en este capítulo. Para terminar haré una breve mención a su propia conciencia de cantor popular. Alí ha reflexionado sobre el papel social concientizador del cantor popular.

En su discurso Mosca y abeja (3 de mayo 82) declara:

La música, cuando se ponen a cabalgar en ella versos donde el protagonista es el hombre hecho combate, cuando el amor que se nombra ya no es tan solo el individual, el íntimo, sino el amor solidario por todos los seres humanos, cuando el verso además de divertir proporciona elementos reflexivos y concientizadores, cuando la canción cumple estas características, repito, se convierte en un arma popular.
Entiendo como cantor no sólo el que escribe y canta canciones sino el que arma con su conducta militante y solidaria a la canción misma, el que no trafica con el entusiasmo que la canción despierta en el pueblo sino el que trabaja todos lo días para organizar ese entusiasmo, esa conciencia despertada, en un movimiento popular donde el pueblo pase a ser de espectador sumiso de su realidad a un activo luchador por transformar a la misma.

Este será un tema central en el pensamiento de Alí de modo que en las portadas de los discos editados aparecen textos significativos que incluyen una reflexión de Alí sobre la conciencia. Dejo constancia de los siguientes textos:

Canción a canción, lucha a lucha iremos formando la canción que cante al pueblo que nos ha cantado siempre. Mientras tanto, demos nuestras manos y voces para que el corazón de los hombres que andan en su propia búsqueda no se caiga en el camino hacia la definitiva barricada. Toma tu guitarra. Empuña tu conciencia y canta. Los pueblos que cantan estas canciones, son los mismos que por siglos se mantuvieron callados. Si cae la mordaza es más fácil romper las cadenas. ¡Solidaridad es un arma!! Hay que dinamitar nuestra conciencia. Sin callar los poemas en la garganta,  busquemos con nuestras manos la mejor canción contra las bestias.

En coherencia con esta propuesta, evoca a los cantores latinoamericanos Benjo Cruz, Violeta Parra y Víctor Jara, de los que se habló en el capítulo segundo.

En El cantor de Bolivia (Benjo Cruz)  (1974): “Fue formando con versos para su tierra una flor, y marchó hacia el sacrificio, a quemarla junto al sol, eran versos contra balas y una bala lo mató… y su canción no murió”. En Canción para los valientes  (1974): “Canción de huesos chilenos, de lo profundo de adentro, Canción para los valientes, que la cante Víctor Jara… Una canción de Violeta para el compañero Allende”.  En ambos cantos se recoge la experiencia de represión y la resistencia popular hecha canto. Y ambos cantores terminaron muertos a manos de militares.

En forma más general hace referencia a los versos del pueblo y su canto armado. En El que cantó con Zamora (1980): “Los versos del pueblo pueden ser flores o balas”; y en Los que mueren por la vida (1976): “Que tu voz sea disparo, que con las manos del pueblo no habrá canto desarmado”. Alí tiene la clara conciencia de que en el pueblo viven los cantos y los cantores muertos.

Por último, evoca la memoria de Neruda, que no pudo seguir cantando dada la nueva realidad chilena de dictadura militar y muerte de Allende: “… era mucho poeta para ver morir su pueblo y sobrevivir al hecho”.

Poetas y liberación


Pero Alí era consciente de su propio papel histórico como juglar de la revolución. En la canción dedicada a Benjo Cruz, cantor de Bolivia, se identifica con él en la seguridad de su muerte y del legado que puede dejar al pueblo: “Voy siguiendo mi camino, consciente voy de mi suerte, voy desandando el destino, seguro voy de mi muerte, y como sé que yo muero, dejo al pueblo mi canción”.
Y agrega en la canción Camarada (1984), publicada el año anterior a su muerte: “Pido que mis camaradas me despidan con canciones, flores rojas, puño en alto, y me prometan seguir luchando por la alborada”.

Y en una conocida entrevista afirma la conciencia de su riesgo subversivo, junto con la bendición de Dios:
¡Claro que nuestro canto es subversivo, en este país hasta la sonrisa lo es! ¡soy feliz aunque no me den permiso! Me bendice Dios y me guían Bolívar y Marx.

En la portada de Canción mansa para un pueblo bravo puede leerse la fe de Alí, que es su fe en el canto:
Creo en el canto
*Porque mi pueblo ha sobrevivido, siempre.
*Para que no llenen de silencios la esperanza.
* Porque siempre ha navegado las venas de esta tierra.
Creo en el canto
*Por la necesidad de multiplicar y hacer inmenso el grito de los humildes.
*Porque no será verdad si no son verdad los cantores.
*Porque el canto no es accesorio sino brazo hermano en las luchas de los pueblos.
Creo en el canto
* Porque no creo en la degradación de la poesía si ésta “busca” el pueblo.
*Porque los que opinan lo contrario no son más que  cultos comediantes.
*Porque su elemento esencial tiene su raíz en la sensibilidad del pueblo.

Creo en el canto
*Porque el hombre es indivisible en sus partes revolucionaria y humana.
*Porque a la lucha debemos ir de buena gana y sin amarguras.
*Porque tiene la sonoridad del río, del viento en las montañas y de las entrañas abiertas de la tierra seca.
Creo en el canto
*Porque nunca será un guerrero preso dentro de si mismo.
*Porque ha ayudado a crecer el vientre de esta tierra que espera el Gran Parto.
*Para que no nos quiten la memoria.
Creo en el canto luminoso y solidario
En el nombre del pueblo, de sus manos callosas.
Creo en el canto

Y en su última entrevista expresa el sentido de su camino y de su canto militante:

Yo desconocía totalmente el término protesta, el término que dicho sea de paso rechazo de cuajo, tajantemente, porque yo no protesto, yo no canto por protestar, yo canto por convocar, por ser parte de una conciencia que se deba (sic) con la canción… Yo canto y milito con la canción, con la canción como arma, como ayuda, como apoyo… Yo siempre he escrito una canción con la intención principal de hacerla oír, bien sea en mi voz o en la voz de otros compañeros; yo he alcanzado bastante espacio, he recorrido bastante camino, por supuesto ese camino no tiene límites, hasta el último aliento seguiré en ese camino...


Estos tiempos no son los de Alí. Pero Alí fue y sigue siendo canto y acción necesarios. Conciencia despierta, antimperialista, anticapitalista, pensamiento con los pies en la tierra, analítico e insobornable.  Alí es siempre invitación a la conciencia, a mantener el canto y la poesía necesarios, y junto a ellos el trabajo  organizativo necesario en las comunidades, la acción necesaria, la lucha necesaria.

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