Conciencia
y canto
La conciencia en las canciones de Alí transita por
diversas sendas que he intentado desbrozar en este capítulo. Para terminar haré
una breve mención a su propia conciencia de cantor popular. Alí ha reflexionado
sobre el papel social concientizador del cantor popular.
En su discurso Mosca
y abeja (3 de mayo 82) declara:
La música, cuando se ponen a cabalgar en ella versos donde el protagonista
es el hombre hecho combate, cuando el amor que se nombra ya no es tan solo el
individual, el íntimo, sino el amor solidario por todos los seres humanos,
cuando el verso además de divertir proporciona elementos reflexivos y
concientizadores, cuando la canción cumple estas características, repito, se
convierte en un arma popular.
Entiendo como cantor no sólo el que escribe y canta canciones sino el que
arma con su conducta militante y solidaria a la canción misma, el que no
trafica con el entusiasmo que la canción despierta en el pueblo sino el que
trabaja todos lo días para organizar ese entusiasmo, esa conciencia despertada,
en un movimiento popular donde el pueblo pase a ser de espectador sumiso de su
realidad a un activo luchador por transformar a la misma.
Este será un tema central en el pensamiento de Alí de
modo que en las portadas de los discos editados aparecen textos significativos
que incluyen una reflexión de Alí sobre la conciencia. Dejo constancia de los
siguientes textos:
Canción a canción, lucha a lucha iremos formando la canción
que cante al pueblo que nos ha cantado siempre. Mientras tanto, demos nuestras
manos y voces para que el corazón de los hombres que andan en su propia
búsqueda no se caiga en el camino hacia la definitiva barricada. Toma tu
guitarra. Empuña tu conciencia y canta. Los pueblos que cantan estas canciones,
son los mismos que por siglos se mantuvieron callados. Si cae la mordaza es más
fácil romper las cadenas. ¡Solidaridad es un arma!! Hay que dinamitar nuestra
conciencia. Sin callar los poemas en la garganta, busquemos con nuestras manos la mejor canción
contra las bestias.
En coherencia con esta propuesta, evoca a los cantores
latinoamericanos Benjo Cruz, Violeta Parra y Víctor Jara, de los que se habló
en el capítulo segundo.
En El cantor de
Bolivia (Benjo Cruz) (1974): “Fue
formando con versos para su tierra una flor, y marchó hacia el sacrificio, a
quemarla junto al sol, eran versos contra balas y una bala lo mató… y su
canción no murió”. En Canción para los
valientes (1974): “Canción de huesos
chilenos, de lo profundo de adentro, Canción para los valientes, que la cante
Víctor Jara… Una canción de Violeta para el compañero Allende”. En ambos cantos se
recoge la experiencia de represión y la resistencia popular hecha canto. Y
ambos cantores terminaron muertos a manos de militares.
En forma más general hace referencia a los versos del
pueblo y su canto armado. En El que cantó
con Zamora (1980): “Los versos del pueblo pueden ser flores o balas”; y en Los que mueren por la vida (1976): “Que
tu voz sea disparo, que con las manos del pueblo no habrá canto desarmado”. Alí
tiene la clara conciencia de que en el pueblo viven los cantos y los cantores
muertos.
Por último, evoca la memoria de Neruda, que no pudo
seguir cantando dada la nueva realidad chilena de dictadura militar y muerte de
Allende: “… era mucho poeta para ver morir
su pueblo y sobrevivir al hecho”.
Poetas
y liberación
Pero Alí era consciente de su propio papel histórico como
juglar de la revolución. En la canción dedicada a Benjo Cruz, cantor de
Bolivia, se identifica con él en la seguridad de su muerte y del legado que
puede dejar al pueblo: “Voy siguiendo mi camino, consciente voy de mi suerte,
voy desandando el destino, seguro voy de mi muerte, y como sé que yo muero,
dejo al pueblo mi canción”.
Y agrega en la canción Camarada (1984), publicada el año
anterior a su muerte: “Pido que mis camaradas me despidan con canciones, flores
rojas, puño en alto, y me prometan seguir luchando por la alborada”.
Y en una conocida entrevista afirma la conciencia de su
riesgo subversivo, junto con la bendición de Dios:
¡Claro que nuestro canto es subversivo, en este país
hasta la sonrisa lo es! ¡soy feliz aunque no me den permiso! Me bendice Dios y
me guían Bolívar y Marx.
En la portada de Canción
mansa para un pueblo bravo puede leerse la fe de Alí, que es su fe en el
canto:
Creo en el
canto
*Porque mi
pueblo ha sobrevivido, siempre.
*Para que no
llenen de silencios la esperanza.
* Porque
siempre ha navegado las venas de esta tierra.
Creo en el
canto
*Por la
necesidad de multiplicar y hacer inmenso el grito de los humildes.
*Porque no
será verdad si no son verdad los cantores.
*Porque el
canto no es accesorio sino brazo hermano en las luchas de los pueblos.
Creo en el
canto
* Porque no
creo en la degradación de la poesía si ésta “busca” el pueblo.
*Porque los
que opinan lo contrario no son más que
cultos comediantes.
*Porque su
elemento esencial tiene su raíz en la sensibilidad del pueblo.
Creo en el
canto
*Porque el
hombre es indivisible en sus partes revolucionaria y humana.
*Porque a la
lucha debemos ir de buena gana y sin amarguras.
*Porque
tiene la sonoridad del río, del viento en las montañas y de las entrañas
abiertas de la tierra seca.
Creo en el
canto
*Porque
nunca será un guerrero preso dentro de si mismo.
*Porque ha
ayudado a crecer el vientre de esta tierra que espera el Gran Parto.
*Para que no
nos quiten la memoria.
Creo en el
canto luminoso y solidario
En el nombre
del pueblo, de sus manos callosas.
Creo en el
canto
Y en su última entrevista expresa el sentido de su camino
y de su canto militante:
Yo desconocía totalmente el término protesta, el término
que dicho sea de paso rechazo de cuajo, tajantemente, porque yo no protesto, yo
no canto por protestar, yo canto por convocar, por ser parte de una conciencia
que se deba (sic) con la canción… Yo canto y milito con la canción, con la
canción como arma, como ayuda, como apoyo… Yo siempre he escrito una canción
con la intención principal de hacerla oír, bien sea en mi voz o en la voz de
otros compañeros; yo he alcanzado bastante espacio, he recorrido bastante
camino, por supuesto ese camino no tiene límites, hasta el último aliento
seguiré en ese camino...
Estos tiempos no son los de Alí. Pero Alí fue y sigue
siendo canto y acción necesarios. Conciencia despierta, antimperialista,
anticapitalista, pensamiento con los pies en la tierra, analítico e
insobornable. Alí es siempre invitación
a la conciencia, a mantener el canto y la poesía necesarios, y junto a ellos el
trabajo organizativo necesario en las
comunidades, la acción necesaria, la lucha necesaria.
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