Venezuela y Colombia:
unidad ante el imperio
En Dispersos
(1967) se canta a la unidad de los pueblos hermanos. A propósito de esta
canción comenta Ninfa Monasterios Guevara:
El sistema
trabajó muy bien, afianzando los
antivalores que hoy sufrimos. El individualismo, el egocentrismo, el orgullo,
la competencia (no importa si desleal), el “póngame donde haiga”, entre otras
características, nos fueron sembradas profundamente en el subconsciente y
afloran, claro que afloran, en el momento menos esperado. Nuestra principal
batalla, entonces, es contra nuestros propios monstruos. Vencerlos y cambiarlos
por otros más cónsonos con nuestro proceso, pudiera permitir que la dispersión
vaya disminuyendo y, al fin, nos encontremos, aceptemos, respetemos y
dialoguemos…como iguales.
Como prototipo de la unidad, situado en oposición a los
antivalores capitalistas, Alí propone a Camilo Torres. En él se da la unidad entre evangelio y fusil, cristianismo y revolución,
unidad entre los pueblos hermanos que somos Colombia y Venezuela: “¿Por qué no
unirnos? Sí, ¿por qué, si ya se unieron, el fusil y el evangelio en las manos
de Camilo?”.
En Dios
se lo cobre (1975) de nuevo se refiere Alí a este sacerdote: “y Camilo el
sacerdote, el que no engañaba a Dios; en un bolsillo de la sotana, un libro de Santo Tomás de
Aquino, y en el otro, en el de la izquierda,
un libro de Carlos Marx. Buscaba la semejanza para ofrendársela a Dios. Una
nueva sociedad, sin colegios privados, sin hacienda, sin patrón”.
En La guerra del
petróleo (1977) invita otra vez a la unidad de colombianos y venezolanos,
por la independencia y frente al imperio. Para la consecución de la unidad es
necesario sacar a América Latina de la situación de dependencia del norte y
continuar realizando el sueño independentista de nuestros próceres y pensadores
americanos, frustrado por las castas neocoloniales de poder vendidas al interés
extranjero. Alí expresa esta unidad, y su logro de paz y vida para el pueblo,
en el bello símbolo de nuestros dos grandes ríos abrazándose por la vida, y
nuestros niños cantando alegres por la paz: “El Orinoco y el Magdalena se
abrazarán, entre canciones de selva, y tus niños y mis niños…le cantarán a la
paz…le sonreirán a la paz”. En un detallado estudio literario de este canto,
Jorge Moreno Aragón resalta la primera estrofa como indicadora del tema: “A mí me daría dolor
que nos matemos, mi hermano / ven amigo colombiano, vamos juntos a luchar. /
Nuestros lazos de amistad por siempre perdurarán / somos hijos de la Patria que
nos dejó el Libertador / y a defender con amor su herencia nos llama”.
Y agrega:
La
coherencia se manifiesta en la relación de las partes del texto con el contexto
social, el momento histórico en que se produce esta guaracha, finales de la
década de los setenta, caracterizado por
una crisis política entre Colombia y Venezuela, conflicto histórico que
aún persiste.
La intertextualidad se
capta en términos
lingüísticos como “Libertador”, “Orinoco”, “Magdalena”, los cuales constituyen unidades de significados
en sí mismo, por su fuerza expresiva, y
en tal sentido, textos, presentes dentro
del texto principal que conforma la guaracha.
En su conjunto,
la intencionalidad del
texto está contenida en
el sentido de
connotar solidaridad,
internacionalismo, paz, integración, unidad
latinoamericana, aunque estos
términos no estén
expresados de manera directa.
Las metáforas
estructurales “lazos de
amistad…”, “esconder el
hambre con la
guerra…”, “El Orinoco
y el Magdalena, se abrazarán…” funcionan
armónicamente con los criterios de coherencia, cohesión, intertextualidad
y aceptabilidad en
condición de propiedades
textuales. Todas ellas
por el sentido
en que son
expresadas denotan y connotan el contenido político con que son
empleadas.
En este mismo canto señala Alí la manipulación que hacen
los políticos y gobernantes, desviando la atención desde la realidad nacional
de pobreza a los conflictos fronterizos: “Quieren engañar al Pueblo de tu
tierra y mi país/ quieren esconder el hambre con la guerra”.
Cuba: revolución
temprana
Madrugó Alí para cantar a Cuba. Con su canto Cuba es un paraíso (1967) evoca la
experiencia cubana como fundante de revolución en el continente: “Cuba se hizo su mundo, construyó
Revolución, se convirtió en paraíso, un paraíso mejor”. Algo de mito originario tiene la consideración
de Cuba como paraíso, pero queda reformulado el mito al ser considerada Cuba no
como paraíso del pasado, sino como paraíso del presente y del futuro, paraíso
que se conquista y se construye en revolución. Eso lo hace originante de nuevas revoluciones y propuestas de liberación en
Latinoamérica.
En la primera estrofa se recuerdan los años de
revolución, el levantamiento del pueblo contra el tirano Batista y el
desembarco en playa Girón apoyado por los norteamericanos y frustrado por los
revolucionarios cubanos. En 1961, cuando Playa Girón fue escogida como uno de los puntos de desembarco para
la invasión de Bahía de Cochinos, la invasión de 1500 exiliados cubanos, patrocinados por el gobierno de
los Estados
Unidos, fue derrotada por
las fuerzas del gobierno de Fidel Castro.
En la segunda estrofa se resaltan los liderazgos
del Che y de Camilo Cienfuegos. Ambos participaron en la revolución desde sus
albores. Fueron parte de los 82 expedicionarios de buque Granma que habían partido desde México, y que llegaron a Cuba el 2 de diciembre de 1956, desembarcando por la playa de Las Coloradas. Sorprendidos por el ejército de Batista, el
grupo de revolucionarios fue diezmado, y sólo logró llegar a la Sierra Maestra un pequeño grupo desde el que desarrollan una
guerra de guerrillas. A estos tiempos de revolución se refiere Alí: “El pueblo
levantó Sus manos contra el tirano / Yo canto con el recuerdo / que dejó Playa
Girón ¡Gloria Guevara y Cienfuegos! ¡Viva tu Revolución!”.
Y a partir de esta experiencia se destaca el esfuerzo, el
trabajo del pueblo para el pueblo, y la actitud de alegría; se ensalza la
construcción de la revolución, la expulsión de los vagabundos, y la realidad de
paraíso para el cubano en que se ha convertido la isla: “Allí se trabaja duro
pero el cubano está alegre. Ahora trabaja pa'l pueblo, no trabaja pa'l señor.”
Finalmente, llama la atención la mención de Carlos Manuel
Puebla (1917 - 1989) quien fuera un cantautor cubano, cantor de la revolución.
La creación más popular de Carlos Puebla es, sin duda, la dedicada a Ernesto
"Che" Guevara, titulada Hasta
siempre. Tras la cita que hace Alí de este cantautor, agrega una nota de
hermandad latinoamericana: “Perdóname Carlos Puebla / que yo te cante en tu
estilo / Considérame tu amigo / son
hermanos nuestros pueblos”.
Estas primeras luchas en Cuba son mencionadas de nuevo en
el canto Hacen mil hombres (1976);
refiriéndose a las manos del Che, recuerda Alí: “tus manos son la montaña, son
Maestra (por Sierra Maestra) y Valle Grande (aquí se refiere a Bolivia), son el
Granma, son Cuba libre, son Patria”.
Una vez más, en Canción
para acordarme (1981) se evocará la figura de Fidel y Sierra Maestra: “me
acuerdo cuando vi a Fidel por primera vez en la Sierra Maestra”.